La Fundación el Buen Pastor implementa GAM en Colombia y Venezuela

“Es preciso que despertemos y nos pongamos en marcha. Somos pastores y, por tanto, no debemos aficionarnos a un pequeño rincón de la tierra. En cuanto a mí, no quiero que se diga en adelante que soy francesa; soy italiana, inglesa, alemana, española, americana, africana, india...; soy de todos los países donde haya personas que salvar”.

Santa María Eufrasia

Por: Adriana Patricia, directora del Buen Pastor en Colombia-Venezuela.

La Fundación el Buen Pastor tiene como objetivo del Programa de Promoción de la Mujer desarrollar iniciativas que contribuyan a que las mujeres vivan libres de violencias; por ello, la metodología GAM nos vino como “anillo al dedo”. Para poder implementarla después de haber pasado más de cuatro meses de que un grupo de hermanas y compañeras de atención psicosocial recibieran la capacitación de manera virtual en tiempo de COVID-19, teníamos que generar una estrategia de co-aprendizaje y apoyo mutuo. Además, para ser fieles a la metodología teníamos que prepararnos para que las facilitadoras fueran de dos en dos, pudiendo así tener grupos en la mayoría de las ciudades de Colombia y Venezuela donde está la Fundación del Buen Pastor (FBP). Evaluadas la diversidad de condiciones, nos arriesgamos, a la manera de Santa María Eufrasia, saliendo de lo local a la red de apoyo FBP. Así podríamos decir, como Santa María Eufrasia le dijo a la Hermana San Dositeo, “¿Se acuerda, mi San Dositeo, que fue a nosotras dos a quien Dios dio el primer pensamiento del Generalato? ¡Jamás olvidaré ese momento!”. Buscamos entonces resolver la necesidad institucional con la idea de hacer GAM en una modalidad a la que le llamaron híbrida.

Se implementó GAM en las diferentes ciudades; las facilitadoras se organizaron para prepararse y retomar, con la ayuda de las facilitadoras Daisy y Paty, el diseño de las estrategias para combinar las modalidades presencial y virtual, involucrando a las participantes en los grupos conformados por mujeres de diferentes ciudades (Cartagena – Cúcuta) y países (Manizales, Colombia – Caracas, Venezuela). Esto nos permitió darnos cuenta de la profunda conexión que hay entre todas, no importa de qué lugar una sea, las lágrimas de las mujeres siempre son amargas, usando palabras de Santa María Eufrasia. Las participantes se solidarizaron con mujeres diferentes y se percibieron como iguales en la diversidad; asimismo, los equipos de las seccionales fueron olvidando la idea de “yo soy del eje tal” de los tres ejes que se tenía hasta el año 2021 y, por decisión de la asamblea general, se unificó en uno solo.

Se estimuló la motivación para que otros miembros de los equipos se animaran a formarse como facilitadoras. En septiembre iniciaron nuevos grupos GAM presenciales con las mujeres que se certificaron en el encuentro presencial, acompañadas por las facilitadoras de esta experiencia. Fortalecimos liderazgos y logramos conexión global.

Estar este tiempo en la Fundación el Buen Pastor me sirvió mucho para reconocerme como una mujer fuerte y autónoma capaz de luchar día a día por mis sueños y metas; y haber hecho parte del grupo GAM para mi fue una luz orientadora que me ayudó a fortalecer aún más mi autoestima a vencer mis miedos e inseguridades y poder ser ejemplo para otras mujeres y poder decirles que si se puede y que no estamos solas.

María del Rosario Salinas, Participante de GAM grupo FloreSer Fundación el Buen Pastor